“Entre 1980 y 1998
existieron 22 reformas constitucionales y ninguno de los textos aprobados por
el Congreso fue sometido a una consulta popular o referéndum”, recordó la asambleísta,
Verónica Arias, quién considera que el aval para que la función legislativa
apruebe las propuestas de enmiendas constitucionales lo concedió la ciudadanía
al aprobar con el 63% la Constitución vigente.
Por su parte, la Secretaría Nacional de Gestión de la
Política, Paola Pabón, en declaraciones al espacio de rendición de cuentas
“Habla Ecuador”, aseguró que a los politiqueros de siempre no le interesa oponerse
al proceso de enmiendas, sino más bien al riesgo que significa para ellos que
el Presidente Correa se candidatice nuevamente como jefe de Estado.
“Tenemos las condiciones necesarias para enfrentar el 2017
sin la postulación del Presidente Correa y de una bancada de legisladores que
pueda beneficiarse de la norma (…) al existir un conflicto de intereses ellos
no se van a beneficiar de la postulación indefinida”, precisó Pabón, quién
rechazó que las enmiendas sean a la medida del proceso político que conduce el
Gobierno Nacional.
En tanto, María Alejandra Vicuña, asambleísta por el Guayas,
aseguró que los diálogos con la ciudadanía es una práctica permanente que ha
sacado del recinto legislativo a los asambleístas que ahora escuchan las
demandas de los ecuatorianos con la intención de que el ejercicio legislativo
sea productivo.
Carlos Abarca, ciudadano guayaquileño criticó que las
enmiendas constitucionales se hayan “satanizado” con la finalidad de crear
conflictos en la sociedad ecuatoriana, en lugar de informarse sobre este
proceso legítimo que lleva a cabo la Asamblea Nacional.
El 3 de diciembre se realizará el segundo debate sobre las
enmiendas constitucionales en el pleno legislativo en medio de críticas de la
oposición política y de la seguridad del oficialismo respecto a la legitimidad
que tuvo este proceso que durante 13 meses socializó las 16 propuestas de cambios a la Carta Magna./ CM- Habla
Guayas.